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viernes, 9 de diciembre de 2016

Las deliciosas tetas de mi jefa


Este viernes fui a trabajar como cualquier otro viernes. Llegué puntual como casi siempre, antes de sentarme en mi lugar de trabajo pasé por el puesto de mi jefa porque va de camino. La salude amablemente y ella respondió con una sonrisa.
Me gusta como jefa y además es muy guapa. Es una chica de estatura media, tiene un cuerpo precioso, se le ven unos pechos bonitos, ni muy grandes ni muy pequeños, la cintura también la tiene bonita. Sus caderas tienen unas curvas de vértigo, por no hablar de su culito y las piernas. Desde el primer día que entre a trabajar no pude evitar fijarme en ella. Siempre bromeamos mucho y reímos aunque en tiempo de trabajo obviamente no podemos charlar tanto como me gustaría.
Hoy mientras hacía mis labores, tuve un problema y me acerqué a mi jefa para hacerle una consulta, le plantee mi duda y ella se echó a reír. Le pareció una pregunta un tanto estúpida. Me aclaro mi duda de todos modos y la verdad que si era una pregunta algo boba. Me excusé diciéndole que con una jefa tan guapa era difícil centrarse en el trabajo, ella sonrió y se sonrojo. Se mostró vergonzosa. Si ella ya me parece una mujer preciosa, verla avergonzada por un piropo me dio morbo. En ese momento me entraron ganas de irme con ella, es una muñequita preciosa. Durante el resto de la jornada me costó centrarme en mis tareas, la miraba de reojo y alguna vez se percató de mis miradas. Pensé que siendo viernes quizá podríamos salir a cenar o algo similar. Invente una excusa para volver a hacerle una pregunta y entonces bromee con ella, le dije si quería que cenáramos juntos, pero nada serio, solo una noche de sexo desenfrenado. Ella se echó a reír pero aceptó, me propuso un restaurante y concretamos la hora. Volví a mi puesto de trabajo y seguí con mis tareas, me costaba creer que hubiese conseguido una cita con esa mujer solo bromeando. El resto de la jornada sucedió tranquila, aunque nos mirábamos de vez en cuando y ella reía, no sé si ahora el vergonzoso estaba siendo yo. Al final del día nos despedimos, le confirme la hora y el lugar en el que habíamos quedado y me fui a mi casa para arreglarme.
Me asee, y prepare mi mejor camisa para conjuntarla con un pantalón, conseguí un estilo informal pero serio. Me afeite y peiné, me gustaba el resultado. Confiaba en que ella pensara lo mismo cuando me viera. Se acercaba la hora así que cogí el coche y me dirigí al restaurante. Aún faltaban 20 minutos para la cita, pero siempre he preferido llegar pronto a mis citas ya sean citas profesionales o personales, con amigos o ligues. Me encendí un cigarrillo y esperé pacientemente en la puerta del restaurante. Tengo que confesar que estaba nervioso, tanto tiempo trabajando allí, tantas veces que había fantaseado con ella y esa noche íbamos a cenar juntos.
Al fin llego mi jefa, la vi girar la esquina al final de la calle, llegaba 10 minutos tarde pero he de ser sincero, cuando la vi arreglada se me olvido todo el tiempo que había estado esperando. Ella me vio también y nos sonreímos. Llevaba una blusa azul que transparentaba un poco, pero nada escandalosa. Se adivinaban sus pezones, además sus pechos se movían evidenciando que no llevaba sujetador. Una falda con vuelo hasta medio muslo hacia volar mi imaginación, sus medias negras quedaban perfectas en sus piernas, además sus zapatos eran muy sexys, llevaba unos tacones que dejaban ver parte de su pie y por lo que pude ver cuando estaba más cerca parecía llevar un tanga pequeñito. Pensé que quizá se había tomado en serio el comentario sobre una noche de sexo, pobre de mí, aun no habíamos empezado a cenar y ya estaba subiéndome la temperatura.
Por fin nos saludamos, no pude evitar repasar todo su vestuario más de cerca y ella se percató.

ELLA: No veas, no? Parece que te gusta! Jajá
YO: jajá Perdona... vienes muy guapa, es difícil resistirse a mirarte vestida así.
ELLA: Me alegra que te guste, tú también vienes muy guapo.

Por un momento me sentí adolescente, hacía tiempo que no coqueteaba con una chica que me gustara tanto, además ella parecía responder. Entramos al restaurante, pedimos mesa para dos y tomamos un vino mientras nos servían. Yo me sentía avergonzado, mis ojos iban continuamente a su escote, no era un escote muy pronunciado, pero sus pechos me encantan, además sin sujetador era muy excitante adivinar su torso desnudo. Sin embargo ella no parecía importarle que le mirara, aunque vestida así no creo que tuviera otra intención que la de provocarme. Empecé a pensar que quería provocarme, quizá era evidente pero no quería hacerme ilusiones. Ella fue al baño, se inclinó hacia delante para levantarse y pude ver su escote mejor, me excito mucho aquello, mientras andaba hacia el baño no pude quitar mis ojos de su culo, me encanta y si, llevaba un tanga que estaba deseando ver mejor. Aquello hizo que notara una presión entre mis piernas. -tranquilízate pensé- aún no había pasado nada y yo ya estaba deseando llevármela a mi casa.
Volvió del baño y tomó asiento. Enseguida me di cuenta que había desabrochado 1 botón y ahora su escote era más visible. Ahora si tenía claro que quería provocarme. Pensé que si ella estaba en plan provocativa le seguiría el juego.

YO: Estas realmente preciosa vestida así. Muy sexy...
ELLA: Si? Me he puesto guapa para cenar! Jajá
YO: Pues lo has conseguido. Tendrías que ir a trabajar vestida así. Jajá
ELLA: Si claro! Con taconcitos, falda... no?
YO: Y el escote... nunca te lo había visto tan bien como hoy jajá
ELLA: Ya veo que los ojos se te van...
YO: Por eso has desabrochado otro botón?
ELLA: jojana Puede...
YO: Me gusta, Así se te ve genial. Y estas sin saje lo cual es muy excitante...
ELLA: jeje Si... tengo el pecho bonito. -se sonrojó y mostró una sonrisa pícara que me excitó muchísimo-
YO: El pecho y todo. Con esa falda se te ve un culito muy bonito, las piernas perfectas y vaya zapatitos te has puesto, tienes los pies preciosos.

Seguimos hablando y la temperatura subía. Ella había cogido un rol juguetón y provocativo. Mi imaginación volaba y se me estaba calentando mucho. Yo soy fetichista y desvié la conversación para mi interés. Insistí en que sus pies me parecían muy bonitos y sexys, los zapatos me encantaban. En un momento de la conversación note su pie subiendo por mi pierna, se había quitado el zapato y estaba jugando bajo la mesa. Solo de notar su pie en mi pierna me excite muchísimo, de golpe la tenía dura.

YO: Que está pasando ahí abajo?
ELLA: Míralo tú mismo.

Baje la mirada y ella acerco su pie a mi entre pierna. Suavemente lo poso en el bulto que rápidamente noto que estaba duro. Me estremecí con el contacto y ella me lanzó una sonrisa cómplice. Cogí su pie firmemente y lo apreté contra mi pene, estaba muy caliente. Ella parecía estar disfrutando tanto como yo.

YO: Para que veas si me gusta cómo vas vestida...
ELLA: Ya veo, te pasa algo ahí abajo? -susurro-
YO: Tu qué crees?

Después de ponerme el pie ahí me costaba seguir con la cena, además no quería soltarlo. Me encantaba sentir la presión de su pie apretando mi pene duro. Cada minuto que pasaba me obsesionaba más con su pie, era bonito, con esas medias, acariciaba su empeine con mis dedos, todo junto me resultaba extremadamente provocativo. Tenía ganas de sacármela allí mismo.

ELLA: Puedes soltarlo, si te gusta puedo dejarlo ahí toda la noche...

No sé si ella lo notaria pero cada frase picarona que decía me calentaba más. Solté su pie y ella lo dejo allí, lo movía despacio de vez en cuando y no me dejaba enfriarme. Su mirada me lo decía todo, ella estaba muy excitada y le encantaba mantenerme duro ahí abajo. Exageré mis gestos de placer ligeramente para que notara lo que estaba disfrutando. Creo que nadie del restaurante vio nada. Tomábamos el postre y le pedí que parara o no podríamos salir de allí sin que me mirara todo el mundo, apretó y movió el pie por última vez y lo bajo acariciándome la pierna. Suspiré.

YO: Vaya cenita me estás dando!
ELLA: Divertida, verdad? Yo lo estoy pasando genial, y tu parece que también.
YO: Creo que con tu pie has notado perfectamente como lo estoy pasando. Que te parece si vamos a tomar algo?
ELLA: Podríamos tomar algo en mi casa. No te apetece?
YO: Como rechazar una invitación así.

Se calzó y salimos del restaurante. Nos dirigimos a su casa a pie, vive cerca. Apenas andamos unos metros y no pude evitar mirar su culo. Ahora que me había puesto cachondo me parecía mejor incluso. Me encantaba el contoneo al caminar y el movimiento de su falta. No pude evitar hacerle algún comentario sobre sus piernas y esa falda de camino a su casa, me estaba volviendo loco. Al fin llegamos al portal, sacó las llaves del bolso y entramos. Entramos al ascensor, las sonrisas surgieron pronto en ese lugar.

ELLA: Solo son dos pisos.

Los dos empezamos a reír. Cuando se paró el ascenso ella salió primero. Yo salí detrás de ella y la cogí de la cintura por la espalda, ella se paró y le bese el cuello desde atrás. Esa movió la cabeza ligeramente hacia atrás y también saco su culito, sus nalgas me rozaban el pantalón y yo me acerqué un poco más para notar lo en mi paquete, era delicioso sentir sus nalgas apoyadas en mí. Apenas fueron unos segundos, solo quería calentarla, la solté y empezó a andar. Entramos en su casa, y me ofreció sentarme en el sofá. Se fue a la cocina para preparar dos cubatas. Aproveché y me puse el pene de la manera más cómoda, estaba deseando volver a excitarme y me preparé.
Volvió y dejó las copas en una mesita junto al sofá.

ELLA: Esta mañana no habría pensado que fuéramos a cenar juntos.
YO: En lo que seguro que no habías pensado es que me la ibas a poner tan dura en el restaurante jugando con un piececito! Seguro que en tu casa lo pasaremos mejor aún.

Pasé mi mano por su espalda y lo bajé lentamente hasta llegar a su trasero. La apreté para acercarla a mí y ella lo levantó un poco para ayudarme. Cogimos nuestras copas y bebimos. Hice hincapié en sus piernas, sus pies, sus zapatos. Le dije que su falda era muy provocativa y que se marcaba el tanguita. Ella reía con tanto comentario.

ELLA: jajá tanto te gusta? -se puso de pie para lucirse-
YO: Bufé me encanta! Me da no sé qué solo de verte! Vaya piernas... -le pasé una mano por una de sus piernas-

Se acercó a mí y su vientre me quedaba a la altura de la cara. No pude evitar apoyarme y ella me pasó una mano por el cuello. Acerqué mi otra mano a la otra pierna y las recorrí disfrutando de cada centímetro de su piel. Seguí subiendo hasta llegar a su culo, lo acaricié también y llegué a su cintura. Subí un poco su camisa y deje el ombligo a la vista, bese su vientre y volví a cogerla del culo. Ella se estremecía, la apreté contra mí. Bajé mis manos un poco y las metí bajo su falda. Apreté sus nalgas redondas fuerte con mis manos. Bajé despacio sus pantis hasta medio muslo, seguí apretándole el culo y jugando con el hilito del tanga. Bajé los pantis hasta las rodillas y le pedí que se sentara en la mesita frente al sofá. Cogí una de sus piernas y la apoye en mi paquete. Yo estaba durísimo de nuevo. Desabroché su zapato, luego hice lo mismo con el otro pie y le quite los pantis. Froté su pie contra mi pene duro. Desabroché el pantalón y dejé a la vista mis boxes con el pene duro, se marcaba todo entero. En la punta se veía una mancha de líquido pre seminal.

YO: Puedo volver a ponerte los zapatos?
ELLA: Eso te excita mucho verdad? Jajá hazlo...

Se los volví a poner. Disfruté mirándole el escote y bajo la falda mientras se los ponía arrodillado. Seguimos bebiendo.

YO: Sin las medias estas más sexy aun. Podríamos tomar otra copa, no crees?
ELLA: Claro! Voy a prepararlas, espera aquí.

Volvió enseguida, con las copas, las dejó en la mesa inclinándose un poco de perfil. Pude ver ligeramente sus nalgas. Se sentó frente a mí en la mesita. Cruzó las piernas pero no dejo ver apenas nada.

ELLA: Aixa! Se me ha olvidado la cañita! Te importa ir a por ellas? Están en la encimera.
YO: Claro, no importa.

Fui a la cocina aguantándome le pantalón y en la encimera habían 2 cañitas y su lado un tanguita gris. Eso me puso tan caliente que ni cogí las cañitas. Me saque en la polla y colgué su tanga. Me pajeé un poco para tenerla más dura y salí de la cocina. Me puse tras ella con la polla en su hombro y el tanga colgando.

YO: Esto es lo que querías que trajera? -la cogí suavemente de la cabeza-
ELLA: mmm que es esto?

La empujé hacia la polla y ella la besó, desde la base hasta la punta y abrió los labios. Metí la punta ligeramente y ella empezó a chupármela. Acompañaba su cabeza con mi mano. Me senté en el sofá ella me desnudó de cintura para abajo, y yo me desabroché la camisa. Me la chupó un poco más.

YO: espera cielo... me tienes muy cachondo. Súbete aquí con migo mejor si no quieres que me corra en tu boca.
ELLA: Quiero que lo hagas después de follarme.
YO: Uf! Sube aquí!

Se la metió en la boca y la saco apretando con sus labios el cuello de mi polla. Me dio tanto placer que la cogí de la cabeza y se la metí de nuevo. Le folle la boca todo lo que pude sin correrme. Se la saqué de la boca y ella se sentó encima mío abierta de piernas, con su coñito rozándome el pene, y lubricándolo. Le quité la camisa. Bese sus tetas y las lamí mientras ella se frotaba contra mi polla dura. La notaba muy mojada, solo de rozarnos estaba todo muy resbaladizo. Bajó la mano y me cogió de la polla, me pajeo durante unos segundos y luego se metió la puntita nada más y la soltó. Subí mi cadera para metérsela un poco más y la cogí de la cintura para apretarla contra mí. Quería metérsela toda entera. Nos miramos a los ojos mientras la penetraba lentamente por primera vez hasta que entro toda entera. Apretó sus piernas. Los dos suspiramos profundamente. Nos besamos mientras movía su cadera sobre mí. Sus pechos se movían, nos mirábamos con los ojos llenos de vicio. Después se sentó ella en el sofá. Yo me arrodillé en el suelo y se la metí despacito. La follé despacio unos minutos y cada vez le di más rápido. Los gemidos cada vez eran más sonoros. Pronto los dos estábamos excitadísimos.

ELLA: No pares, no pares! Voy a correrme, no pares!

La cogí del cuello y seguí follándomela. Ella apretó sus piernas para que no pudiera salirme. Aguante sin correrme y no sé cómo. Estaba al límite de llegar yo también. Me apretó y se quedó inmóvil unos segundos, yo me movía levemente. Se retorcía de placer con cada movimiento que hacía, por mínimo que fuera. Gemía sin parar y cogía el sofá con una mano y lo apretaba fuerte. Se relajó y aflojó las piernas, yo no me movía porque estaba a punto. La saqué despacio y la acerque a su cara. Ella aun suspirando la cogió y me masturbó, con eso casi ya notaba que me corría. Se metió la puntita en la boca para chuparla despacito, lo hizo muy suavemente. Noté que el orgasmo ya llegaba, ella seguía chupando. Empecé a gemir más fuerte, ella me miraba me la chupaba y me pajeaba muy despacito. El primero chorro salió por fin de mi polla. Ella la tenía en la boca y allí me corrí. Otro chorro más salió a su boca y se al sacó, me seguía pajeando y miraba mi polla. Salió un poco más de leche y le cayó en sus tetas. Me reparé un poco, ella me masturbaba despacio y muy suave. Acompañe su cabeza y se la metí en la boca de nuevo, la chupó un poco más.
Por fin nos relajamos. Nos aseamos y nos vestimos.

YO: Hacia mucho que quería follarte, me das morbo desde el primer día.
ELLA: En serio? Yo en ti me fije cuando llevabas un tiempo... pero no pensaba que pasaría algo así jajá
YO: Pues yo espero repetir!
ELLA: Dm. Eso seguro... jeje

Nos despedimos con un beso en los labios






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